La cuarta aventura: Huaca Huallamarca


Desde que era pequeña pasaba en incontables ocasiones por la Huaca Huallamarca. La veía como un oasis de color arena en medio de un asentamiento urbano muy lejano y distinto a ella. Lo curioso es que en toda mi etapa escolar, y estando a pocos metros de la huaca, hicimos alguna visita a ella. Fueron así más de 30 años que la observé a lo lejos, sin entender mucho de ella, su origen, su historia. Era un elefante blanco que me había acostumbrado a ver como parte del paisaje.

No sé bien cómo al despertar una mañana dije: tengo que conocer Huallamarca. Santino, Titina y Eu habíamos recorrido con anterioridad Huaca Pucllana y habíamos disfrutado mucho la visita. Por ello pensamos que no sería descabellado visitar la que, nos parecía, era una huaca similar pero en más pequeño.


Alistamos mochilas, mudas de ropa (pues Titina acaba de dejar el pañal), termos de agua, snacks y sombreros tapa sol emprendimos la visita. El día fue domingo y las calles aledañas, aún dormidas, fueron el escenario perfecto para entrar a ella.

Santino estaba impactado. Me decía: mami, ¿esta es una pirámide como las de Egipto? Le dije que sí, pero que era una pirámide trunca y le expliqué lo que eso significaba. Nos recibió una amable guía. Lástima que no hubo ninguna que nos acompañe en el recorrido. Nos dieron al ingreso un “pasaporte cultural”. Nos dieron un sticker que era prueba de que habíamos visitado el primer destino de los lugares que aparecían en nuestro pasaporte. La idea me pareció original, mas el pasaporte puede ser más atractivo visualmente y ser elaborado pensando en niños y jóvenes. Podría aprovecharse mejor el recurso. Pienso hasta en premiar con alguna visita gratuita u otro incentivo (no tiene por qué ser costoso)  a los que recorran todos los lugares que promocionan.


Empezamos por el pequeño museo de sitio. Alerté a Santino (quien es muy sensible) de que veríamos un cráneo. Le expliqué que a veces los arqueólogos encontraban huesos y restos de los pobladores que habían vivido o habían visitado ese lugar en el pasado. Más adelante  vimos instrumentos, textiles. El museo es sencillo. Nos faltó un guía, textos actualizados e interesantes que nos permitan obtener más información.  Siempre es rico que algo te prepare para lo que va a venir y en nuestro caso era la posibilidad de subir una “pirámide”.

Tras la corta visita al museo iniciamos la subida. No es tan empinada por lo que Santino pudo  subirla sin dificultad. A Titina hubo que cargarla. Una vez arriba tuvimos una visión panorámica de una parte de San Isidro. En ese punto pudimos respirar el aire húmedo que caracteriza a ese distrito. Observamos el contraste de casas, colores, épocas. Una vez ahí pudimos observar distintas formas de excavaciones.

En esos momentos Santino preguntó: ¿si todo esto es de tierra, cómo puede existir aún sin derrumbarse por tanto tiempo? Teníamos algunas pistas sobre la respuesta, pero consideramos que era la oportunidad perfecta para que él se acercase a preguntarle a alguno de los arqueólogos que estaban en el lugar. Encontramos a uno joven y gentil que trató de explicarle ello a Santino. Creo que algo entendió. Aprovechamos para motivarlo a que le pregunte qué es lo que los arqueólogos hacen; lo que nos dio material para poder luego conversar con él sobre la labor de un arqueólogo. Podría decir que esa parte fue la más rica de la visita.

Salimos caminando con tranquilidad y dimos una vuelta a la manzana para observar la zona y la huaca enclavada en medio de ella. La vista aquí, de noche, es bonita gracias a la iluminación que resalta lo majestuoso de sus muros. Cerramos la aventura del día visitando a los tíos abuelos y compartiendo con ellos cómo nos fue visitando Huallamarca. ¡Nada mejor que compartir la experiencia para que otros la repitan!

Información útil:

¿Dónde está ubicado y cuál es el horario de atención?
En Nicolás de Ribera 201 (Esquina con Av. El Rosario). San Isidro. Puedes visitarlo de martes a domingo de 9:00am a 5:00pm.

¿Cuánto cuesta la entrada?
Adultos S/.5, Estudiantes y niños S/.1. Y por si fuera poco los primeros domingos del mes la entrada es gratis.

Tips para tu visita:
*Puedes conocer más sobre este centro arqueológico y sus diferentes asentamientos: Aquí

*La huaca tiene parqueo gratuito, así que puedes ir con tranquilidad en auto.

*Toma algunas lindas fotos de tu familia en ella. A mi me gusta mucho la foto que logré de Santino y papá Eu. Las mismas fotos nos sirvieron para luego rememorar con los tíos la visita que realizamos.







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